martes, octubre 31, 2006

Intentando que abran.


Llamas a la puerta y notas como los nudillos se te hunden en algo parecido a unas natillas de madera de pino. No sabes si has perdido las llaves o es que nunca las tuviste colgadas en tu llavero de “Te pasas la vida esperando y lo único que pasa es la vida”. Intentas hacer memoria para recordar dónde las has podido dejar pero todo está neblinoso, buscas el felpudo de “Bienvenido” pero no lo encuentras, sólo logras mirarte los pies descalzos y en carne viva que van dejando un semi-felpudo de sangre por todo el portal. Y vas e intentas escribir “Bienvenido” con los dedos pero el resultado es una masa informe de letras sin sentido, con lo cual usas el alma como fregona para limpiarlo y dejarlo todo como estaba.

Y vuelves a llamar, pero esta vez al timbre. Suena una melodía que parece que se burla de ti…, no hay duda, se mofa de ti. Llamas más fuerte mientras intentas taparte los oídos pero nadie contesta y tú quieres entrar, necesitas entrar, ansías entrar y ducharte con el gel de tus propios sueños, pero sabes que eso no va a suceder…

Y, finalmente, caes en la cuenta de que la puerta de la utopía raramente se abre, así que decides dar media vuelta y seguir caminando de vuelta a la realidad, esa que te pincha y te quema los pies poquito a poco y, de manera sutil, notas como vas dejando en el suelo unas huellas rojas que escriben tu nombre, apellidos y destino a lo largo del camino de regreso a casa…

Audio: Entre Ríos - Si Hoy

25 comentarios:

nosue dijo...

Sí, me parece bien descrito el camino de la vida, así de difícil, con el rojo de nuestros pies manchando el camino..., sin embargo, en algunas ocasiones, casi cuando no lo esperas, te abren la puerta, y encuentras tras de ella el confortable sillón con olor a hoguera que recordabas de tu infancia, el gel con olor a sueños o aquel edredón con sabor a protección que tanto echabas de menos... a veces, algunas veces, el camino, con todas sus espinas, te lleva a una puerta que merece la pena, donde te dan la bienvenida

marga dijo...

Ya sé que es una frase muy manida... pero "el que no arriesga, no gana". A veces la puerta de la utopía se abre, y no creo que sea malo intentar llamar de vez en cuando. Aunque te dejes los pies por el camino.
Esconderse en casa puede darnos seguridad, pero no felicidad.

Coño, ¿tú has visto qué cosas más complicadas me has obligado a decir?

Darkblue7 dijo...

Quizá la puerta no se abra, pero ir a visitar la casa ya es suficientemente recorfortante, no?
Por cierto, yo descubrí ahce sólo unos meses a Entre Ríos, son geniales

Anónimo dijo...

La realidad tiene un punto agridulce...
No está mal Entre Ríos. ¿Por qué no hay una relación directa entre popularidad y calidad?

Bereni-C dijo...

Nunca te comento pero es que es tan hermoso lo que escribes, tan redondo, tan completo, que lo que pueda decir ahora sería solo ruido.

Luis Guillermo Franquiz dijo...

Una vez más logras sorprenderme con tu exquisita lucidez. Reconozco que no siempre logramos llegar hasta el onírico interior, pero resulta estimulante el tan sólo atrevernos a intentarlo. ¿Qué podemos perder? Gracias por producir tantos pensamientos inconexos dentro de un flujo creativo.

Mar dijo...

Creo que la utopía no tiene puerta, es como los sueños... La utopía fluye encima de nuestras cabezas y solo hay que saber volar ¿qué fácil, no?
Besitos

Pau dijo...

A mí con las utopías me pasa como con la esperanza, tengo una relación amor-odio... aún no me he decidido por uno de los dos sentimientos.

Alumnedelmon dijo...

Muy bello, compañero. Cuídate esos pies sangrantes...

g. dijo...

aich...yoesque...he leido lo de golpear con los nudillos en las natillas de pino...y eso, que no he podido seguir leyendo. he comezado a chuparme los nudillos.

tomatita dijo...

Me temo que hoy no estoy para comentar algo razonado o coherente, quizás cualquier otro día te hubiera dicho que las puertas se abren y las utopías son las que mantienen nuestras venas encendidas y calientes...pero esta tarde, soy más la que deja las huellas en el asfalto, la que se pierde aporreando muros...

Pero con todo, adoro leerte...me encanta la manera que relatas tus historias...y quizás sólo sea el afecto lo que nos salve de los fracasos, las decepciones.
Te sigo.

Un beso enorme.

Jose Antonio Vallejo Serrano dijo...

Los verdaderos protagonistas de este post son los pies. Te estás descubriendo, pervertida.

Anónimo dijo...

..
...pervertida??? :S
...me he perdido de algo???
...
... Elizabeth..

claradriel dijo...

Es todo mentira.

Argenta Copper dijo...

Es precioso y triste. Dulce melancolía. Pero ¿crees que en el camino hacia la utopía no has aprendio nada? No creo, seguro que el camino no sólo te daña los pies, tambien te hace crecer.

LOLA GRACIA dijo...

La imagen de los pies ensangrentados me gusta. El hecho de intentar escribir "Bienvenido" demuestra que eres un tipo esperanzado y aunque la realidad te queme un poquito, te pinche, eso no te impide andar.
Firmado: La psicoanalista Lola
ja,ja.

Tu inquilina dijo...

Y si no hay nombres, ni apellidos ni destino al que dirigirte?
abrazos,
Gris

Gus! dijo...

Todo lo que fue ya no es, todo lo que será, todavía no lo es. Soñamos, pensamos, idealizamos y nunca logramos entrar. Que se alegre quien ha visto la puerta, como dijo darkblue7, ya algo es algo.

Yo ni siquiera sé dónde está la casa, ni la ciudad, ni siquiera el planeta.

Gracias por algo tan ... emotivo. y espero que algún llegue a la puerta y se abra de par en par.... aunque lo dudo.

Bowie dijo...

un mal sueño? lo parece. parece como si se te hubieran terminado las esperanzas en esos sueños, verdad? cuando las leyes físicas no van, o van a su modo

va el abrazo

tomatita dijo...

Tus escritos no me ponen triste, soy yo la que me enredo.

Es un placer leerte.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

dios! cómo me pone la foto de la lengua en el ojo!

gianis dijo...

piedófilo!

gianis dijo...

piederasta!

gianis dijo...

pietarda!

Azena dijo...

estoy segura de que alguna vez se abre... ¿qué nos quedaría si no?