lunes, diciembre 19, 2005

Conversaciones al oído (I).


Sábado noche. Pub de ambiente. Música sin letra. Momento sin sentido y tiempo perdido se dan la mano y van al cuarto de baño a drogarse para que todo pase más rápido. Mi amigo y yo en la pista.

-Mira, nene, el dependiente de Máximo Dutti.

-Es verdad, el rubio… Mira, mira, se está agachando y poniendo el culo en pompa.

-Sí, querrá que le pasen la tarjeta de crédito.

La gente se mueve. La inercia es mi mejor aliada. Le dejo que se meta en mis zapatos y haga de las suyas. Calza un 43 como yo. Qué suerte.

-Han entrado dos negros, nene.

-Fijo que van al grupo de las bolleras.

-Míralos, dicho y hecho… Yo no sé por qué intentan ligarse a las lesbianas, la verdad.

-No sé, puede que el coño le sepa a las mujeres de su país.

El humo se pega a mi cuerpo acompañando al aburrimiento que ya traje puesto de casa. Juegan al mus, al menos ellos se divierten.

-Está canción me suena.

-Claro, como que es la misma de hace veinte minutos.

-Ah, va a ser eso… Mira, nene, dos pijos a tu izquierda.

-Sí, son super Burberrys, ¿verdad?

-Totalmente. Mira cómo bailan, apenas se mueven, no quieren darse de sí el jersey.

-Son pareja, se están besando, míralos… Menudo filetazo, nene. Seguro que cuando se corran encima se limpian con “cleanex olor a menta”.

-Y luego, para tirarlos, los meten en una bolsa de esas herméticas.

-Fijo que sí.

Viene a mi cabeza un diálogo de la serie “A dos metros bajo tierra”.

-El tiempo vuela cuando estás disfrutando –decía uno de los protagonistas.

-No, el tiempo vuela cuando finges estar disfrutando –le respondía otro.

-Ay, nene, me acabo de chocar con un hetero con cara de acojonao.

-¿Ese que va de la mano de su novia…, o es de Félix Rodríguez de la Fuente?

-¿Felix…, por qué?

-Hijo, por lo de ser una especie en vías de extinción.

De pronto se acercan dos chicos y, tras mostrarnos un baile de apareamiento cual pavo real, nos preguntan la hora e intentan entablar una conversación con nosotros.

-¿No tenéis calor? –pregunta uno de los chicos.

-Bueno un poco –le respondo mientras me estiro el jersey de cuello alto.

-Uff, nene, ésta música se me clava en los oídos de una manera… –me dice mi amigo.

-Mientras que no “te se” clave en otro sitio… –espeta uno de los desconocidos.

Silencio sepulcral.

Miradas cómplices entre mi amigo y yo.

-Nos vamos, ¿no?

-Va a ser que sí, nene.

12 comentarios:

gianis dijo...

"cuando salgo a la calle, exterminio es laprimera palabra que acude a mi mente". Cambia calle por ambiente, por favor.

Ashavari dijo...

Vaya nochecita nO?

paseillo dijo...

Me gustan tus relatos. Ficción o realidad, da igual.
Soy el"jefe" de Akira ( hoy no le dejo leer tu blog, es muy fuerte para el )

Anónimo dijo...

Menuda noche extraña de conversaciones ahogadas que dejan las gargantas resentidas.
No hago más que confesarme últimamente, pero nunca salgo por el ambiente (que bien rima!).
Coge el ambiente y dale la vuelta, sale etneibma, quizá es más divertido ¿Has probado una noche de twister en casa? Siempre es un acierto.
Voy a tener que fotografiar pies, a ver si Kaotot los pasea por Madrid un día.

Anónimo dijo...

No quería hacer ningún comentario sobre la foto que has puesto que por un lado me ha hecho sentir extraño por otro me ha parecido super divertida.
"El pene que se comió al hombre que deseaba que su dios Penépatrón lo tragara hasta el final". Desde luego en esta sociedad falócrata hasta la médula es curioso que se vean en la televisión más pechos que penes. Porque siempre hay un cierto complejo de penes. Las chicas, algunas, dicen "el cuerpo femenino es más bonito que el masculino" hasta yo lo pienso. Y cuando miro un hombre y le veo la colita colgando pienso... es eso lo que hace que se pierda la perspectiva estética. Es que ya veo la película "El pene que se comió a sus amantes". Bufff... no pararía de hablar del tema.

Pero tu has hablado de ambiente. Y si la frase de a dos metros bajo tierra fantástica. Y todo lo que has dicho compartido. Yo me he dado cuenta que disfruto más haciendo de alguien que no soy que siendo yo mismo. Y eso es curioso porque cuando no soy yo mismo disfruto como un crío. ¿Doble personalidad? No no creo... el tiempo que paso sin ser yo puedo escapar de los clichés que me autoimpuse por: miedo, timidez, introversión...
Prueba un día de no ser tu mismo, mira la vida con ojos de niño pequeño, con curiosidad. Prueba un día de ir cogeando en lugar de andar como siempre. Notarás que algo emocional se moverá por tu cuerpo.

un beso

SMB dijo...

wow wow wow! incríble relato. En extremo urban sex, jajaja, en fin.
Te sigo.
Abrazos.

Marta dijo...

Muy divertido. Tienes una imaginación muy ocurrente y la foto... que decir de la foto... tuve que mirarla un par de veces jejejjejeje
Un saludo

Anónimo dijo...

Ay que estoy pensando una cosa... que yo no sé si está bien preguntarla pero... ¿la foto es autobiográfica?

niño niño niño! actualiza!

Deckard dijo...

Juajajuajuajua... genial... Las ganas de fiesta "te se" fueron a la mierda seguro!

Iván dijo...

No sé si calificar la foto como atrevida o provocadora. No sé si comentar la historia o la ficción. No sé porque me ha gustado tanto, a lo mejor porque mientras lo leía es como si lo estuviera viendo. Uno de los personajes de A dos metros bajo tierra tiene que ser David (espero).

Eurídice dijo...

¡Me encantas!

¡Me encantais tú y tu amigo!

La cañaaaaa! jajaja

Esas son, por experiencia propia, las conversaciones más sinceras y reales que pueden haber: las que son al oído, complices de miradas, gestos y motivos personales jajajaja

Muy bueno, espero que hayan más y nos las cuentes ;)

Anónimo dijo...

.

Me ha encantado la foto. Sí; desde luego abundan los tipos que sólo piensan con y para la entrepierna. Pero algunos están tan buenos...

Un beso.