Cada año odio un poco más a mis ex-compis de Universidad porque siempre llegan, como mínimo, 30 minutos tarde a la típica comida que solemos celebrar por estas fechas para no perder el contacto y saber los unos de los otros... Pero, claro, el más gilipollas de todos soy yo, que sabiendo lo impuntual que es la gente estoy allí a la hora en punto, cual estaca.
Lo bueno es que, al menos, me da tiempo suficiente para ver cómo funciona una plaza..., con sus palomas mugrientas, sus niños repelentes, sus padres vistiendo el mismo abrigo comprado en la sección de caballeros del Corte Inglés (ese de los botones en forma de colmillo), sus renos navideños hechos de cable y lucecitas y, acompañándoles, mis cojones hinchándose al ritmo del tic-tac del reloj.
Veo como una paloma picotea un hueso e intenta arrancar de él la poca carne que le queda y pienso que cuando alguno de mis amigos se digne a aparecer quiero convertirme en paloma y picarle en los huesos hasta dejarle sólo los cartílagos. Es una reacción de lo más normal, digo yo.
Me llama la atención que ahora la moda sea colgar unos Papá Noël en los balcones de forma que parece que van reptando hasta arriba..., sin embargo hay algunos que, en vez de eso, parece que están ahorcándose con una cuerda o retorciéndose medio moribundos por poder subir y, sinceramente, no me extraña ante semejante espectáculo navideño. Creo que no me importaría echarles una mano y hacerles el toque de la muerte para que no sufran más, pero la primera pareja de amigos hace aparición interrumpiendo mis pensamientos..., y así hasta que, 1h y 15m después de la hora fijada, ya estamos todos... Atacad, palomas, ¡atacad!
En la comida hablamos de nuestras vidas (trabajo, familia, pollas, planes de futuro, parejas ausentes, etc.). Entre los comensales está la pareja albaceteña en la cual ella es mi amiga y él es el típico novio añadido que saca el tema del agua y los trasvases para joder la marrana a los murcianos. “No entres al trapo, que es lo que quiere”, le susurro a una amiga pueblerina cuyo padre es agricultor y ese tipo de comentarios le toca de lleno. La misma que cuando se ríe empieza a dar palmas y batir las manos con tal fuerza que podría causar un efecto mariposa en Tokio totalmente devastador. Un espectáculo andante con pantalones de estos a media pierna y pantis de rayas horizontales (válgamelseñor, con el frío que hace). Y, bueno, también está la amiga que sigue liada con un cura, aunque no lo diga públicamente, pero de ella ya hablé en otro post y no me voy a repetir.
Ya en el café, el marido de mi amada Y., cuenta una anécdota de cómo los canarios están hechos de una pasta diferente a los peninsulares, que todo se lo toman con más calma, y pone el ejemplo de un día dónde, en un grupo de trabajo, estuvieron esperando totalmente desesperados y encabronados a una pareja isleña que no llegaba ni a la de tres, y que cuando por fin aparecieron con ese acento tan dulce y una amabilidad increíble pues no se atrevieron a decirles nada... Y ahí es cuando mi boca se abrió “Vamos, lo mismo que me ha pasado hoy con vosotros, ¿no?” Dije aderezando la frase con una gran sonrisa irónica que todos captaron con risas porque me conocen y saben que no me enfado con ellos por esas cosas aunque hubiese querido ser paloma para desollarlos vivos..., que una cosa no quita la otra, oye.
Y es que estoy seguro que el año que viene todos volverán a llegar tarde y a hacerme la puñeta, pero ahí estaré yo, en punto y deseando volver a verles, ya que por mucho que me queje, echo de menos esos momentos inolvidables que pasé con ellos en
29 comentarios:
Es que la gente es muy impuntuala, pero si tu llegas a saber lo que había en "La Savonerie" de la calle correos de seguro no te habrias quedao en la plaza y otro post hubieras escrito...Ayns.
Lo peor de estas eternas esperas no es el tiempo en si, sino la sensación de que eres el único gilipoyas que no tiene nada que hacer en su casa y llega a la hora.
Feliz navidad!
Qué sabio eres, Doner!!!, sobre todo con lo de "la sensación de que eres el único gilipoyas que no tiene nada que hacer en su casa y llega a la hora", que fue lo que pensé y lo que sentí.
Por cierto, ya te leeré un sms que me ha mandao mi primo que arrasa con todos los horteros que nos mandaron ayer, no porque también lo sea, sino por todo lo contrario! Ordinariérrimo!
Un beso!!!
Pd: Me alegra de ver que estás vivo después de tu cena de anoche :)
PERO ESTO QUE ES? a partir de ahora todos usaremos la identidad de doner kebab pa que nos respondas los comentarios, ea.
Ta quedao un post de lo más navideño con retranca. Típico murciano, vamos.
Lo del tema puntualidad ha sido una constante en mi vida (yo lo era mucho), porque he estado rodeado de amigas impuntuales (sí: amigas). Al final me relajé con el tema y ahora ya no es para nada un problema: cuando dejé de ser puntual, ellas empezaron a ponerse las pilas. Fijatetú qué curiosa es la vida...
Qué sabio eres, Doner Kebab zeta!!, sobre todo con lo de "cuando dejé de ser puntual, ellas empezaron a ponerse las pilas" que fue lo que pensé y sentí... jajaajja, bueno, vale, en serio! yo he pensao eso de dejar de ser puntual, pero es que es superior a mis fuerzas imaginarme que alguien me esté esperando dando golpecitos con el pie en el suelo haciendo "tic tic tic" y con los brazos cruzaos..., prefiero hacerlo yo y, de paso, montarme un musical a lo Björk con las palomas asesinas.
Tic tic tic tic... Es pegadizo.
....ten cuidado con las palomas, que al paso que vamos heredarán los cielos cuando las cucarachas tomen la tierra.... y para el próximo año, guarda un puñado de alpiste y déjalo caer en los hombros de tus compañeros menos allegados.... pero solo, para ver que pasa.... XD
Aquí, un canario que odia la impuntualidad...Yo hubiera degollado a la parejita al son de cualquier ritmo isleño de José Vélez...
jajaja! Es verdad! Todos los padres llevan el mismo abrigo!
Y odio la moda del papa noël colgado! No la soporto.
Llega tarde tú el próximo año.
Los papás Noel colgados son un poco cargantes, sí, aunque me hizo gracia un gag de los Morancos en el que una señora se había olvidado de quitar el muñeco después de navidades y ahí que seguía el pobre colgado en agosto todo lleno de pelusa.
Este año , por primera vez en toda la historia del cosmos, he llegado antes que nadie al restaurante donde cené con mis amigos del colegio. Y esperar es una cosa super extraña, una mezcla de sensación de orgullo y dignidad por ser puntual, y de soledad extrema, como tras un desastre nuclear en el que ha muerto toda la humanidad.
Para ser puntual casi atropello a varias personas y no me quedó el pelo como quería, asi que he decidido que no compensa.
..Uhmmmm..
..Elizabeth..
Vaya, yo soy de las gilipollas que siempre llega a su hora...es horrible, todas las mañanas de mi vida espero a un colega a las 8 en punto para arrastranos al taller...y a pesar de la rutina, de sus 8.20 en las que suele aparecer, yo me planto a las 8 como acordamos todos los día con la esperanza de que aparezca..
Y siempre acabo creyendo, seré una optimista o sencillamente una pringada???
...Por desgracia la respueta es obvia ,aunque me empeñe...pero no lo puedo evitar.
Eres capaz de encontrar la parte positiva... ¿¿¿cómo funciona una plaza???, jamás me lo había planteado... ¿funcionan??
Jeje, al ritmo del reloj¡¡¡ me parto¡¡¡
Egqueh... murcianoh, no pue ser...
yo también soy de las que espero, y eso que reconozco que desde el invento de los móviles la cosa ha mejorado, al menos sabes cuánto te queda por esperar, lo que te dicen al teléfono más un cuarto de hora.
Eso si, yo quedo en bares no en plazas gélidas.
Podrías detallarnos algo más en qué consistieron las conversaciones referentes a "trabajo, familia, pollas...". (De hecho, del trabajo y la familia no hace falta entrar en detalles).
Que paciente!
yo no esperaría más que quince minutos por cortesía...
Los Noeles trepadores nos invaden, sí.
Que se controle tu amiga pueblerina, que nos revolucionará a los japoneses y son muchos...
El año próximo, deberías ir el último.
Si su único defecto es que son impuntuales no te puedes quejar, jeje.
Al pasado le debemos el pasado, nunca el presente, y por muchos buenos momentos que se vivieran por aquel entonces nunca serán lo mismo en una cena.
Revive esos momentos universitarios creando nuevos recuerdos cada año. Quedad más a menudo (¿utopía verdad?). A lo mejor no tardan tanto la próxima vez, y no te tienes que transformar en paloma.
Un abrazo de un desconocido que se cuela en tu casa.
Yo soy impuntual pero al revés; llego siempre cuarenta y cinco minutos antes. Sumále la media hora de retraso de los demás.
Tengo que reflexionar sobre esto.
odio a las palomas, las exterminaría a todas de la faz de la tierra
Que me ha gustao el post.
Y que feliz Navidad, hombre!!
Un beso.
Así semos. Ásnimo (y no es una errata)... en fin, manía les tengo a las reuniones en donde todo redobla incluso sin tambor.
.
Ay, si es que eres un buenazo, a pesar de que no me escribas si yo no lo hago primero aquí en tu casa.
Y no te metas con los padres con abrigo de botones como colmillos, que a mí me molan, sobre todo los que pasan de los cuarenta.
Un beso.
BABEL. Mensaje urgente
que chulo... algo similar me pasa con el grupo atípico que conozco desde que puedo recordar (a todos menos al indeseable novio de una de mis mejores amigas y otra que se unió porque estudiaba con la mayoría de mis amigos). y las reuniones son más frecuentes que las tuyas... pero me pregunto... trascenderán estas relaciones? cada día estamos más alejados (o por lo menos yo estoy todos los días más alejado de cada ser vivo que habita en mi ciudad).
Feliz Navidad!
y feliz año nuevo
Cumpleaños felizzzz, cumpleaños felizzzz, ayyy nooo que es Feliz año nuevoooooo.
¿Trasvase? huyyyyy ;)
Lo de los muñecos es detestable ya. En fin... :)
Hola! Buen blog, me hace gracia como escribes..jeje
Ya ves, a mi también me fastidia la gente impuntual, y soyde esa etnia de los puntuales, al revés que todo el mundo, yo siempre l levo el reloj atrasado, para llegar a la hora de todos...
Un saludo!!
ja,ja...pasa mucho, desde luego...la puntualidad isleña me la conoozco yo que viví seis meses en Puerto Rico donde incluso ellos mismos decían ¿pero habéis quedado a las seis hora normal o a las seis hora puertorriqueña...?
Aunque esa pachorra creo que e lo mejor para vivir la vida.
Pues nada oye, pal año que viene a esa hora, a la de la quedada, te coges a un maromo y te relajas en la cama, y así a los tres cuartos de hora, te duchas, te hidratas, y ya veras como no te molesta nada, absolutamente nada y llegas con tu alma pletórica y vivaz. Y es que hay quien dice que donde las dan...las toman.
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