Dicen que las luciérnagas mueren pronto y que su luz puede dejar de brillar con la misma facilidad con la que echan a volar.
Y yo digo que si las luciérnagas mueren pronto podemos encontrar cerca de nosotros otras cosas que brillen y nos deslumbren un poquito cada día
Dicen que la vida es una dura jugadora y que, a veces, pasan los días y es cómo si jugaras a “Piedra papel o tijera” con tu propio reflejo…, nunca ganas.
Y yo digo que puede que ella gane a “Piedra papel o tijera”, pero ahí estamos nosotros para echarle un pulso y salir vencedores.
Dicen que lo lógico es que cuando maduras y creces dejas atrás esa parte infantil que todos hemos tenido, olvidándola y dejándola oxidar como a una lata de caramelos…
Y yo digo que de las cosas que más me gustan en este mundo, una de ellas es que me meza entre sus brazos como a un bebé (sí, ¡aunque suene cursi!), y la otra es verle sonreír como un niño pequeño, observar como lo ilumina todo no sólo con la sonrisa, sino también con los ojos, algo así como si tuviera dentro dos luciérnagas... Justo justo como lo está haciendo en este momento.
25 comentarios:
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Pues yo me niego a abandonar mi parte infantil aunque sea ella la que se empeñe en dejarme a mí.
Nunca he visto una luciérnaga y me encantaría contemplarlas. Debe ser una sensación extraña, mágica, el contemplar esos puntitos de luz y saber que los responsables son unos seres minúsculos dotados con ese don. Claro que también se puede ignorar la realidad y creer que se tratan de hadas, ¿verdad?
Un beso.
Para mí fue una peli tan emotiva, que cuando te la recomendé, cruzaba los dedos para que pudieras lograr sentirla como yo.
Pese a que no te gusten los niños ni seas un friki de la animación. Pese a que podamos tener gustos diferentes.
Pero cruzaba los dedos, porque compartir la emoción por algún estímulo ajeno con tu pareja, es una experiencia... que parte de una bidireccionalidad clara pero que sin embargo confluye en un mismo punto que nos engloba a los dos.
Es una experiencia cálida, próxima, cómplice,...
Ais, si tengo la sonrisa de pavico (estoooo de niño) y los ojos llorosos, como ya sabías...
Justo justo como la niñita de la foto, ¿verdad?
Arigato akachan
(Gracias bebé)
De las cosas de este mundo que más me gustan...
MAMAAAAAAAAAA!!! LA INSULINAAAA!!!
La parte de niños que conservamos supongo que es importante, y los brazos que nos abrazan , y las luciérnagas que brillan en la oscuridad y ahuyentan el miedo, y ¿qué era lo otro?. En fin, que digo yo, que si es importante pero efímero y esa es su virtud principal, porque si fuese eterno nos mataría de aburrimiento.
Ponte doble ración, Hairblue..., uno para la subida de azucar y otra para la E-N-V-I-D-I-A!!!
Capi, yo también me niego a abandonar esa parte infantil que ultimamente me invade cada vez más! Será grave?
Luciérnaga, ¿qué decir?..., que mejor te lo digo en privao, ¿vale? :]
Manuela la luz de las luciérnagas es efímera, lo demás no tiene por qué serlo! :)
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Ay, qué bonito que tu novio participe en tus post. Y es que el mío pasa de mis bitácoras porque es un celoso empedernido y piensa que las tengo para ligar...
En fin, pero yo lo que quería decir es que, por error, acabo de fulminarte en el Messenger. Vamos, que he perdido tu dirección, así que te rogaría que me la pasaras de nuevo.
Un beso.
Todo el mundo tiene su lado infantil, eso nunca se pierde :),me gustó tu blog, besitos!!:)
¡Uy! ¡Qué romántico! Cuando tengo el maravilloso privilegio de poder leer entradas como la tuya, comprendo que transito la senda correcta, independientemente de lo que las almas radicales y racionales puedan decir; me declaro eterno creyente de la pasión, del instinto, del inconmensurable mundo de las sensaciones. Gracias por "iluminar" un poco mi búsqueda con tus luciérnagas. Sólo lamento que ustedes allá no puedan disfrutar de nuestras noches venezolanas: en los llanos, en invierno, durante la noche se recrea un mágico espectáculo de destellos que quita el aliento. Un abrazo. Felicidades.
Dicen que la vida es una putada, que es dura, que a cada rato te pone zancadillas que cuando te levantas te vuelven a zumbar....
Yo creo que es cierto, pero que también la vida te da momentos geniales, te eleva del suelo, te permite volar...
Las cosas mas sencillas son las mas hermosas. Me permito manchar tu blog con mis vomitos de palabras. Un saludo
Sí, me parece que yo también me pido una ración de insulina de esa para la envidia, jejeje ¡¡¡qué bonito!!!
Quiero ver esa peli.
Dulzura y esperanza..lo mejor del mundo.
El amor nos hace ver el mundo con otros ojos, con un par de luciérnagas que nunca decaen en su brillo.
Me encanta leerte.
Un beso
ese es marco??? ja,ja
Bonitas reflexiones, lo del reflejo y lo del mecerse en sus brazos me ha llegado...A mí me pasa igual
Por cierto, quiero proponert algo. No encuentro tu dirección de e mail en el perfil.. Me la puedes enviar??
lolagracia@ono.com
:(
ayy qué bien que te haya leído precisamente hoy. ¡Cómo me ha gustado lo que has escrito y las imágenes que has puesto! me apunto la peli.
De pequeña íbamos a un paseo que tenemos aquí en mi pueblo, y las noches de verano cuando no había tantas farolas, nos dedicábamos a mirarlas (y algun@ a cazarlas). También descubríamos las estrellas. Me has hecho recordarlo pero he escrito ya tanto que ya no puedo hacer post jajaja (bueno igual sí).
Oye que te traigas al ojos de luciérnaga y al petit a mi casa y cuando veas a mi niña y a mis adolescentes cambiarás de parecer con eso de los niños.
Muchos besitos
madurez y experiencia, dos bonitos nombres para llamar a nuestros errores y nuestra cobardía ;)
Creo que no importa si iluminaron por corto o largo tiempo, lo importante fue que lo hicieron y más importante, es si esas luz alumbró tu camino!!
La dosis de insulina mía será triple por favor... una por lo dulce... y dos por la envidia...
Este escrito, Rosana (si tu no estás) de fondo y mi soledad que ya no está tan sola, son una trágica combinación... mesero... un tequila por favor
La infancia la pasamos, pero la seguimos teniendo dentro...
triste? nunca!
envidia, siempre!!!!!!
soy un envidioso de esos verdes como el Grinch jejeje.
me encanta tu blog y tu forma de escribir... nunca salgo deprimido, lo que pasa es que soy totalmente un romántico empedernido y como escribes cosas tan guays pues no puedo evitar sentir nostalgia :P
Mis luciernagas son las palabras que salen de las bocas sinceras, las sonrisas.
Es tierno ke la luz de la tuya este en un arrullo.
Saludos cordiales.
Me apunto al colocón de insulina, Arc, que me has emocionado.
Y a mí me gusta la animación!!
A ver si consigo esa peli, hehe...
A pesar de que las luciérnagas sean unos bichitos cuasi-cucaracha de lo más desagradables.
Besos, encanto.
....ufffff.... amigo mio, con Miyazaki hemos topado.... que gran autor, que gran película.... que bellos recuerdos.... y que triste también.... la tengo entre mis favoritas.... :)
Ya me habían hablado [bastante bien] de esta película. Me la apunto en mi lista de películas pendientes.
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