sábado, abril 22, 2006

Con Pauline... en la playa.


-Hola, Pauline.

-Ey, hola… ¿Qué haces por aquí?

-Pues nada, que me apetecía bajar un ratillo a la playa. Estaba sentado en ese tronco y te he visto. ¿Puedo ponerme aquí, a tu lado?

-Claro, hombre, no hace falta ni que preguntes.

-Oye, Pauline, ¿qué hay que hacer cuándo te sientes mal por dentro y no sabes muy bien por qué?

-Pues escarbar en la arena, justo como voy a hacer ahora mismo..., rebuscar hasta encontrar. Mira un momento a tu alrededor, ¿por qué crees que la playa está llena de agujeros? Siempre que tengo un problema o algo me inquieta bajo aquí y escarbo hasta que encuentro lo que me pasa.

-¿En serio?

-Claro. ¿Ves las heridas de mis manos?, es que me encuentro con cosas puntiagudas, de filo cortante, me hacen sangre, pero no te preocupes, luego voy a mar, me las lavo y como nuevas.

-Pues creo que me voy a poner a escarbar contigo, ¿te molesta?

-¡Qué va!, eso sí, que no te dé miedo…, tienes que usar las manos porque si usas una pala lo único que haces es autoengañarte. Por cierto, muy importante, si te duele, grita, si te escuece, llora, si te cuesta, suda, y si finalmente lo encuentras, puedes estar contento, sino échale un vistazo a toda esa gente que se pasa la vida escarbando y nada... Son las reglas de esta playa.

-Lo intentaré, Pauline. Oye, tócate algo, anda. Creo que así me voy a sentir mucho mejor.

-…

-Digo una canción, mujer.

-Ah, vale… Venga, va.



Pauline en la Playa - Atlas

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Suelo viajar con Pauline a su bañera... :P

Me encanta la conversación, pero lavar las heridas en el mar es un poco sadico, escuece mucho...Aunque si me haceís un hueco yo tb escarvaré.

Un Abrazo!!!

Simon Templar dijo...

Mira que construyes buenos imaginarios.

pedro dijo...

Una vez escribí una cosa que titulé catarsis, un día de estos la pondré en el blog. Su esencia trataba de la importancia de llegar al dolor, de cortar por donde hay carne sana para poder curar.

Si sólo eliminamos lo podrído, y no te desprendes de 'carne sana', la experiencia queda vacía, es un ejercicio de autoengaño que nos lleva a la misma mierda de siempre.

besos

gianis dijo...

menos mal que pauline se llevó su guitarra a la playa

Wanda◦○ dijo...

Una bonita metafora sobre el poder llegar a conocerse a uno mismo. Y sobre todo encontrar la manera de descartar lo que nos haga daño. Muy sutil esta historieta en la orilla de una playa.
Ha sido un cuento muy bonito, y muy didáctico.

Jose Antonio Vallejo Serrano dijo...

Rueda corazón... Y en la playa se pueden encontrar tantas cosas, condones, botes oxidados, colillas, condondes, condones oxidados...
¿Y si me gusta más construir castillos de arena que buscar?

Juan Muriel dijo...

me parece que me voy a tener que ir a escarbar a esa playa ¿me dices la direccion?

alZhu dijo...

Me ha encantado. Me ha gustado muchísimo. Sobre todo que haga hincapié en que hay que hacerlo con las manos, aunque duela.

Ninfa dijo...

Pauline que casualidad, justo está sonando en este mismo momento en mi ordenador... Tal vez algún día necesite basjar a vuestra playa, tal vez al ver a alguien que busca me decida a buscar sin miedo, a hacer todo lo que antes has nombrado, ¿me invitais la proxima vez que vayais jeje?
Besos!

Pow dijo...

No tengo claro que funcione eso de escarbar juntos. Parece más bien una tarea para realizar en solitario. Quizá porque nunca he probado a escarbar en compañía. Todo es ponerse, supongo.

Cobre dijo...

Escarbar es una de las mejores cosas q se pueden hacer en la playa, muy sano, aún encontrando cosas afiladas q te hagan daño en las manos. Después viene lo divertido de verdad, contruir castillos con esa arena, tomar el sol relajado, bañarte con el agua q ya no te escuece...

Besos

claradriel dijo...

Cuántos buscadores nos podemos juntar, ahora que has desvelado el secreto de escarbar en la arena.
Yo no tengo miedo a las heridas en las manos, a los filos ni a los objetos obstaculizantes que hay que esquivar o sacar para poder profndizar en el agujero.
Qué genialidade vitales describes, Arc. Metafóricamente perfectas.

gianis dijo...

qué envidia! sofia petrilo en tu blog!

Iván dijo...

Yo cuando me siento mal por dentro, aunque sepa por qué, prefiero aislarme un poco, paso de playas. Medito, pienso, le doy vueltas a lo que tengo, y me imagino igual, pero con los problemas que no acabo de resolver. Al final la soledad siempre me conduce a una respuesta, y me viene bien. Igual si te viene bien sacarlo todo, aunque te duela, aunque hagas muchos agujeros en la playa. No lo dejes dentro, que no sirve de nada. Espero que llegues a encontrarte.

El Bosco dijo...

LLevo escarbando en los agujeros esos de la playa y lavando mis heridas en el mar así como tres o cuatro meses pero no hay manera de encontrar solución. ¿Tal vez habrá que ir con Pauline?. Facilítame su dirección, va.

Anónimo dijo...

lo de escarbar en la arena me parece más bien un método terapéutico que, a medida que lo haces, te ayuda a pensar. Por eso, quizás sea bueno escarbar si con ello puedes llegar a entenderte un poco mejor, entender tus dudas, tus temores, tus miedos. Haz caso a Pauline y prueba, después me cuentas, y si te fue bien, me pondré manos a la obra, solo que yo lo dibujaré.

Alumnedelmon dijo...

creo que ya pasó la máquina esa de la playa, la que limpia la arena. Qué genial es cuando el maquinista te conoce tanto, que te ahorra meter la mano y escarbar y te encuentra lo que te pasa.

Ahora, a tumbarse en la arena y a disfrutar

Anónimo dijo...

ay,ay,ay, cuántos escarabajos en la playa hay !!!

Casshern25 dijo...

Tengo la sensación que Pauline no existe, que son la misma persona, pero que la real la "inventa" para crear a alguien que es capaz de hacer todo lo que él nunca se atreve a hacer... aunque parece que por una vez se eche atreva con algo... aunque luego se arrepentira falsamente y vuelta a empezar con Pauline.

Bito dijo...

XXXDDDD Qué bueno.


Me encantan tus cuentos, me encantan tus cuentos.

Elena -sin h- dijo...

Jo, me ha encantado :)
Yo, en invierno, cuando apenas hay gente en la playa, escribo problemas en la orilla y me siento a pensarlos hasta que viene una ola y los borra... siempre me gustó la sensación de sal que me dejaba...y casi siempre me iba con una solución en el bolsillo :)